Otra pequeña joya en el corazón de Andorra.
Me han descubierto este sitio unos clientes grandes seguidores del “value investment” con los que tengo una comida quasi-fija cada vez que piso la Comunidad Autónoma Andorrana. Se trata de un pequeñísimo pero agradable local, regentado por un carnicero metido a cocinillas (o eso he oído) que también es aficionado (como nuestra amiga la señora Concha) a cantar el menú (menos mal que él no lo hizo sentado en mi regazo). Por lo menos aquí la sorpresa a la hora de la dolorosa fue buena (algo menos de lo que esperaba). La cocina del local es un compendio de las referencias más tradicionales de la zona incluyendo platos que incomprensiblemente han sido desterrados de otras cartas por su baja sofisticación (macarrones, canelones…) pero que no dejan de ser parte de la dieta típica. Dado el historial del “chef” en su carta nunca faltan buenos cortes de carne y casquería poco habitual como las estupendas manitas y callos de cordero que me metí entre pecho y espalda. Otra muesca más en mi revólver andorrano, de las que no me importaría repetir.
Ficha
Ubicación: C/ Cap del Carrer 7, Andorra la Vella (Bus urbano líneas 1 a 8)
Lo mejor: buena localización (dentro del caso viejo de la ciudad), trato amable y cercano (no demasiado), buena relación calidad precio
Lo peor: es complicado conseguir mesa y cuando está lleno hasta la bandera resulta algo agobiante
Recomendamos: ensalada de trompetas de la muerte con foie, manitas de cerdo, manitas y tripas de cordero, butifarra con judías, tarta tatín de manzana
Precio: €€€ / €€€€€
Puntuación: 3,75/ 5
Me han descubierto este sitio unos clientes grandes seguidores del “value investment” con los que tengo una comida quasi-fija cada vez que piso la Comunidad Autónoma Andorrana. Se trata de un pequeñísimo pero agradable local, regentado por un carnicero metido a cocinillas (o eso he oído) que también es aficionado (como nuestra amiga la señora Concha) a cantar el menú (menos mal que él no lo hizo sentado en mi regazo). Por lo menos aquí la sorpresa a la hora de la dolorosa fue buena (algo menos de lo que esperaba). La cocina del local es un compendio de las referencias más tradicionales de la zona incluyendo platos que incomprensiblemente han sido desterrados de otras cartas por su baja sofisticación (macarrones, canelones…) pero que no dejan de ser parte de la dieta típica. Dado el historial del “chef” en su carta nunca faltan buenos cortes de carne y casquería poco habitual como las estupendas manitas y callos de cordero que me metí entre pecho y espalda. Otra muesca más en mi revólver andorrano, de las que no me importaría repetir.
Ficha
Ubicación: C/ Cap del Carrer 7, Andorra la Vella (Bus urbano líneas 1 a 8)
Lo mejor: buena localización (dentro del caso viejo de la ciudad), trato amable y cercano (no demasiado), buena relación calidad precio
Lo peor: es complicado conseguir mesa y cuando está lleno hasta la bandera resulta algo agobiante
Recomendamos: ensalada de trompetas de la muerte con foie, manitas de cerdo, manitas y tripas de cordero, butifarra con judías, tarta tatín de manzana
Precio: €€€ / €€€€€
Puntuación: 3,75/ 5
Technorati Tags: Andorra, Andorra la Vella, Restaurant
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