La perla del Westend francfortés.
Dado que no estaba el patio como para comer en el estelado (por Michelin) Erno’s Bistro (también en el Westend), compensé a los sufridos palmeros del esmolcaps la rancia experiencia de la noche anterior con una agradable comida en Gargantua. Para un fan del liberalismo (liberal como Ludwig Von Mises, no liberal como Hillay Clinton) como yo, sólo el nombre del restaurante ya me parece evocador. Es una lástima que ideas de Rabelais se las apropien los defensores de la falsa anarquía… y cerveza fría (es una pena que el anarcocapitalismo sea tan poco popular).
Comiendo obras de arte.
La fama de cuadriculados que tienen nuestros amigos teutones está más que merecida pues la mujer del chef (hacía las veces de maître) no nos permitió pedir unos entrantes para compartirlos ya que eso supondría mancillar las obras de arte que Klaus Trebes elabora. Sin embargo su cabezonería no pudo con la nuestra terquedad mesetaria y nada más servirnos los tres primeros comenzamos a picar del plato ajeno como si la terrina de bullabesa fuese una ración de ensaladilla servida en un chiringuito de playa. Los platos fuertes que devoramos con fruición fueron el ragout de corzo, el salmón escocés y la pularda, todos pasaron nuestro exigente filtro de calidad. Merece una mención especial la guapa valquiria que atiende las mesas, todo un alivio tras soportar los aspavientos de la hacendada.
Ficha
Ubicación: Liebigstrasse 47, Frankfurt (Metro Westend)
Lo mejor: excelente localización/ambientación (si el tiempo acompaña la terraza es más que recomendable), excelente cocina
Lo peor: la rigidez de la maître (creo que es Monkia la mujer del chef Klaus Trebes) impidiéndonos compartir un plato ya que estropearíamos una obra de arte (sic)
Recomendamos: terrina de bullabesa, salchichas de jabalí, gazpacho con helado de queso de cabra, ragout de corzo
Precio: €€€€/€€€€€
Puntuación: 4,5 / 5
Dado que no estaba el patio como para comer en el estelado (por Michelin) Erno’s Bistro (también en el Westend), compensé a los sufridos palmeros del esmolcaps la rancia experiencia de la noche anterior con una agradable comida en Gargantua. Para un fan del liberalismo (liberal como Ludwig Von Mises, no liberal como Hillay Clinton) como yo, sólo el nombre del restaurante ya me parece evocador. Es una lástima que ideas de Rabelais se las apropien los defensores de la falsa anarquía… y cerveza fría (es una pena que el anarcocapitalismo sea tan poco popular).
Comiendo obras de arte.
La fama de cuadriculados que tienen nuestros amigos teutones está más que merecida pues la mujer del chef (hacía las veces de maître) no nos permitió pedir unos entrantes para compartirlos ya que eso supondría mancillar las obras de arte que Klaus Trebes elabora. Sin embargo su cabezonería no pudo con la nuestra terquedad mesetaria y nada más servirnos los tres primeros comenzamos a picar del plato ajeno como si la terrina de bullabesa fuese una ración de ensaladilla servida en un chiringuito de playa. Los platos fuertes que devoramos con fruición fueron el ragout de corzo, el salmón escocés y la pularda, todos pasaron nuestro exigente filtro de calidad. Merece una mención especial la guapa valquiria que atiende las mesas, todo un alivio tras soportar los aspavientos de la hacendada.
Ficha
Ubicación: Liebigstrasse 47, Frankfurt (Metro Westend)
Lo mejor: excelente localización/ambientación (si el tiempo acompaña la terraza es más que recomendable), excelente cocina
Lo peor: la rigidez de la maître (creo que es Monkia la mujer del chef Klaus Trebes) impidiéndonos compartir un plato ya que estropearíamos una obra de arte (sic)
Recomendamos: terrina de bullabesa, salchichas de jabalí, gazpacho con helado de queso de cabra, ragout de corzo
Precio: €€€€/€€€€€
Puntuación: 4,5 / 5
Technorati Tags: Germany, Frankfurt, Restaurant
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