La llamada del destino…
Ayer tuve el placer de disfrutar de una magistral interpretación de la 5ª de Beethoven (aka La llamada del destino) ejecutada por la Clásica Santa Cecilia y bajo la genial batuta de Ignacio Yepes (el apellido le pesa pero puede con él). Mi vista (no mis oidos) tuvo que sufrir, en una pieza de Tchaikovsky, al excéntrico Luís Claret vestido sin frac, descorbatado y con una camisa negra como si ser ahijado de Pablo Casals le confiriese un estatus superior. Parece que este último, al igual que su padrino, aún no ha superado la baja tasa de supervivencia de los hijos de Martín I de Aragón (aka “el humano”) y plasma su frustración en una imagen que jamás se podrá asociar a un genio de la música.
… y la llamada del estómago.
Al finalizar el concierto nos dirigimos a Intermezzo, uno de los muchos restaurantes y bares que jalonan la calle Suero de Quiñones donde “El Foque” (de ídem) sigue siendo la principal referencia. La comida a base de raciones muy correcta igual que el servicio, cabe destacar la fritura de pescado y una excelente ensaladilla.
Ficha
Ubicación: C/ Suero de Quiñones 22, Madrid (Metro Prosperidad, Cruz del Rayo)
Lo mejor: raciones generosas, relación calidad-precio, conveniencia (a escasos metros del Auditorio Nacional)
Lo peor: hay que ser rápido para conseguir mesa justo después de los conciertos, sirven Cruzcampo (aunque tienen Mahou 5 estrellas por tercios)
Recomendamos: pescaito frito, ensaladilla, tostas
Precio: €€/€€€€€
Puntuación: 3,75 / 5
Ayer tuve el placer de disfrutar de una magistral interpretación de la 5ª de Beethoven (aka La llamada del destino) ejecutada por la Clásica Santa Cecilia y bajo la genial batuta de Ignacio Yepes (el apellido le pesa pero puede con él). Mi vista (no mis oidos) tuvo que sufrir, en una pieza de Tchaikovsky, al excéntrico Luís Claret vestido sin frac, descorbatado y con una camisa negra como si ser ahijado de Pablo Casals le confiriese un estatus superior. Parece que este último, al igual que su padrino, aún no ha superado la baja tasa de supervivencia de los hijos de Martín I de Aragón (aka “el humano”) y plasma su frustración en una imagen que jamás se podrá asociar a un genio de la música.
… y la llamada del estómago.
Al finalizar el concierto nos dirigimos a Intermezzo, uno de los muchos restaurantes y bares que jalonan la calle Suero de Quiñones donde “El Foque” (de ídem) sigue siendo la principal referencia. La comida a base de raciones muy correcta igual que el servicio, cabe destacar la fritura de pescado y una excelente ensaladilla.
Ficha
Ubicación: C/ Suero de Quiñones 22, Madrid (Metro Prosperidad, Cruz del Rayo)
Lo mejor: raciones generosas, relación calidad-precio, conveniencia (a escasos metros del Auditorio Nacional)
Lo peor: hay que ser rápido para conseguir mesa justo después de los conciertos, sirven Cruzcampo (aunque tienen Mahou 5 estrellas por tercios)
Recomendamos: pescaito frito, ensaladilla, tostas
Precio: €€/€€€€€
Puntuación: 3,75 / 5
Technorati Tags: Spain, Madrid, Restaurant
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