lunes, 9 de junio de 2008

Restaurante La Casa de Valencia


El extraño grupo.
Sin venir a cuento nos reunimos un heterogénea caterva de buenos comedores (y sólo algunos) mejores bebedores, especialmente los que “tomaron ventaja” tomando botellines en “El Cazador” o bebiendo mojitos en “La Vieja Habana” mientras que otros malográbamos nuestra salud jugando al squash. No estaba en los planes ir a la Casa de “Valensia” así que no caí en ponerme mi camisa negra de Armani, mis Bikkembergs doradas y tampoco pude traer unos masclets para tronar a los vecinos después de la cena (espero que John Cobra y mis amigos del "Violencia CF" no me lo tenga en cuenta).

Arròs que fa el ventre gros.
Comer en La Casa de Valencia deja muy poco margen de maniobra a la hora de elegir ya que basta con saber que se quiere tomar antes de que traigan el arroz, en este caso comimos chipirones encebollados, morcilla de Requena, sepia y gambas rojas. El “arros”: una típica paella valenciana que, aunque parezca mentira, es difícil encontrarla tan bien hecha en Madrid. El remate fue un buen sorbete de gin-tonic aunque encontrar este postre en un restaurante “mainstream” significa que ya se ha pasado de moda.

Ficha
Ubicación: Paseo del Pintor Rosales 58, Madrid (Metro Argüelles)
Lo mejor: uno de los mejores arroces de Madrid, servicio “old-school”
Lo peor: imperdonable que no tuviesen un blanco de Requena y que en su lugar nos sirvieran un blanco del Turia infumable, en fin de semana el ambiente tiende a ser más turístico
Recomendamos: paella valenciana, arroz abanda, fideuá, helado de gin-tonic
Precio: €€€€/€€€€€
Puntuación: 4 / 5


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2 comentarios:

Sebas y Belén dijo...

¡Hola Juan! Si, ya me dijo Teresa que tu también tenias un blog culinario y al verlo me hizo bastante gracia la coincidencia, aunque bueno, he de decir que el tuyo lo mantienes bastante actualizado y tus comentarios son muy ricos, se nota que comes fuera a menudo ;-). Me parece perfecto el plan de ir a cenar y hacer una crítica conjunta, ya hablare con Teresa. Un beso!

Juan de Padilla dijo...

Sólo falta poner el día!